Para Angélica Arias, la dueña de un salón de belleza en Far Rockaway, el llegar hasta aquí ha sido una difícil subida. 

“Ya estamos llegando al final de la cumbre, primero Dios. Feliz, se me nota. Feliz porque como ye dije, ya estamos combatiendo esa batalla", dijo Arias.

A partir de hoy, negocios como este de cuidado personal han podido estar abiertos al 75 por ciento de capacidad. El anuncio se hizo después de una disminución de contagios en el estado de Nueva York. 

“Mucho mejor para nosotros. Ya podemos trabajar más desahogados, tu sabes, con menos estrés. Porque es un poquito estresante con un 50 un 25 por ciento, porque uno tiene que estar pendiente de cuántas personas hay en el salón", agregó Arias.

Anticipando el cambio, Arias agregó tres secadores de pelo. También aumentó a tiempo completo el horario de siete empleadas.  

“Todos los que venimos a trabajar es porque necesitamos. 'So', eso me va a ayudar a mi a pagar un 'bill' o me va a ayudar a mi a ayudar a mi familia en Santo Domingo, que muchos de ellos dependen de mi", explicó Francisca Abrosky, empleada del Angélica Salón.

Arias.

A medida que aumenten los ingresos del salón, Angélica tiene planeado saldar la deuda de alquiler que se le acumuló durante los meses que el salón estuvo cerrado.  

“Tienes que ser responsable, porque dime tu”.

Los dueños de otros negocios aquí en Down Town Rockaway dicen que ahora buscan contratar más barberos y estilistas para poder cumplir con la demanda.

Santana.

“Porque nos estamos poniendo más ocupados con la gente que está entrando, con la ciudad abriendo, ya que todo el mundo se está vacunando. Gracias a Dios la gente está saliendo más", dijo José Santana, dueño de la barbería Santana.

Santana dice que su barbería tiene abierto cinco puestos de trabajo.

Además de los negocios para el cuidado personal, los restaurantes aumentaron su capacidad a un 75 por ciento.

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