Decenas de familias desplazadas por un incendio que consumió buena parte de este edificio en Queens podrían quedar desamparadas el fin de semana del Día del Padre.

Héctor Henrique es uno de los damnificados por el incendio: "Me da mucha pena porque yo he vivido 40 años en ese edificio para perder todo y nadie nos ayuda más".

Aunque muchas de las 134 viviendas en el complejo residencial que no fueron tocadas por las llamas que más de 350 bomberos combatieron, sí se inundaron o quedaron inhabitables como la que Neyilia Rodríguez compartía con sus hijos y nietos: "No nos dan ninguna respuesta lógica, solo nos dicen que nos van a llevar a los albergues. Nos ofrece HP los shelters".

Concluido el apoyo original de la Cruz Roja, estos neoyorquinos denuncian que las autoridades dejarán de pagar sus habitaciones en hoteles a partid del 20 de junio.

"Nos ofrecen llevarnos lejos de aquí, de donde hemos vivido nuestra vida. Mi nieto tiene la escuela aquí, mi yerno tiene su trabajo aquí cerca, mi esposo también tiene la transportación para el trabajo aquí cerca. Para todos, nuestra vida está aquí", explica Rodríguez.

A la deriva, dicen, quedan las terapias que el nieto de Neyilia recibe por su autismo, y la rampa o elevador que la madre de Rosa, de 99 años de edad necesita.

Rosa Rodríguez, otra damnificada, refiere sus problemas: "Estamos nosotras aisladas en ese cuarto ahí. Nos alojaron ahí porque es lo único accesible por su silla de ruedas. Entonces, imagínese una persona deshabilitada, ¿cómo la puede uno atender? Hemos pasado las penurias que nunca en mi vida me imaginé pasar".

Tampoco existe todavía una fecha definida para que estas familias puedan regresar a la vivienda que muchos de ellos habían ocupado por décadas. 

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