Al concluir la primera jornada de clases presenciales desde marzo de 2020 para un millón de estudiantes de escuelas públicas en los cinco condados, un grupo de educadores se unió a activistas descontentos con la administración del alcalde de Blasio para protestar contra su orden ejecutiva de vacunación para los empleados del sistema escolar.

"Es una gran amenaza contra mi libertad y mucha gente aunque tenga miedo o no, se siente de la misma manera. Como una neoyorquina, eso es como un arrancarme mi identidad, de ser libre, de ser diferente", dijo una de las manifestantes.

"Tiene que ser a conciencia de cada quien. Cada quien se conoce y tiene el derecho de decidir si quiere o no quiere tomar la vacuna", agregó otra manifestante.

La noche del lunes, el sitio web del Departamento de Educación informó de 76 casos de COVID-19 en escuelas, 32 entre estudiantes y 44 entre el personal, y 74 aulas cerradas el primer día de clases.

El nerviosismo de alumnos y padres ante la propagación de la variante Delta del coronavirus, exacerbado ante la reticencia de estos maestros a inocularse. 

"Me parece una falta de empatía con los papás, con sus mismos compañeros y en realidad es toda una cadena que uno no sabe por dónde empieza. Si los maestros no dan enseñanza o el ejemplo, entonces ¿cómo esperan que los padres también se vacunen? Yo no creo que no enviaría mi hijo al escuela si supiera que tiene un profesor que no se ha vacunado", dijo una madre de familia.

"Es una irresponsabilidad porque ellos deben de protegerse para proteger a los niños", agregó otra madre.

Por su parte, el sindicato de profesores —la UFT— continúa presionando para que se acepten las excepciones para las personas que tengan una razón médica para no vacunarse; y que a ellas les sea asignado trabajo remoto. 

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