Antes de que alguno pudiera votar, un juez de la Suprema Corte estatal bloqueó los planes para que en la ciudad de Nueva York los residentes legales antes de naturalizarse ciudadanos estadounidenses pudieran elegir a su alcalde y otros cargos municipales.

La propuesta legislativa 1867, conocida como Nuestra Ciudad, Nuestro Voto, aprobada en el Concejo Municipal en diciembre y hecha ley con la firma del alcalde Adams en enero, fue impugnada como inconstitucional más tarde por los republicanos. 

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El magistrado Ralph J. Porzio dictaminó que entraba en conflicto con directrices constitucionales y aseguró que para dar a los no ciudadanos el derecho a votar sería necesario un referéndum.

A pesar de la lluvia, el calor y la humedad del lunes, una veintena de los más de 800,000 residentes con estatus legal y Dreamers como Emili Prado acudieron a la Alcaldía para reunirse con oficiales electos y los abogados que prometen seguir peleando por este derecho.

Los llamados 'no ciudadanos' protestaron en la Alcaldía.

El cual que no contempla su participación en  elecciones presidenciales, de líderes en el Congreso o siquiera de funcionarios estatales como el titular de la gobernación, miembros del senado neoyorquino ni la Asamblea Estatal; solo de concejales, presidentes de condado, contralor municipal, defensor público y alcalde.

"Estoy bien decepcionada pero no sorprendida, porque constantemente nos están excluyendo, nos están fallando pero nosotros seguimos, vamos a seguir peleando sin parar hasta que nos den este derecho", señaló Prado quien es beneficiaria de DACA.

Mientras que para Diana Rodríguez, quien también es beneficiaria de DACA: "Ha sido una lucha de 10 años y sabemos que muchos inmigrantes han sido esenciales en la pandemia y sabemos que esta sería una oportunidad de participar en nuestro gobierno local".

Shekar Krishnan, concejal de Queens, estuvo en la protesta.

En juego, dicen, está no sólo su participación política sino el porvenir de las nuevas generaciones.: "Nosotros podríamos decidir el futuro de nuestros hijos, hermanos pequeños en las escuelas, nuestra comunidad. Nos afecta directamente", apunta Prado.

Y no están solos, una amplia coalición de organizaciones y políticos aseguran que el fallo judicial es un retroceso pero no el final de la lucha.

Así lo expresó el concejal de Queens, Shekar Krishnan: "Es antidemocrático y no vamos a aceptarlo. Esta decisión es un desastre y la verdad es que tenemos una corte que está desconectada de nuestras comunidades. Son nuestras comunidades de inmigrantes que están empujando esta ciudad".

Los residentes contemplados en esta ley y afectados por la decisión del tribunal de hoy corresponden a una novena parte de los más de 7 millones de neoyorquinos que están en edad para votar.