La pandemia de coronavirus ha golpeado con especial fuerza a algunos de los barrios más pobres de la ciudad de Nueva York, donde el trabajo por internet no es una opción para muchos trabajadores y es más probable que haya muchas personas viviendo bajo un mismo techo.

Los residentes de las secciones de Jackson Heights, Elmhurst y Corona, ricas en inmigrantes, de Queens han dado positivo por el virus en mayor número que en otras partes de la ciudad, según datos publicados por funcionarios de salud de la ciudad.

Las personas que viven en un código postal de Queens para el caso, justo al sur del aeropuerto LaGuardia, tienen cuatro veces más probabilidades de dar positivo que las personas del area de Brooklyn donde está la casa del alcalde Bill de Blasio.

Las cifras ayudan a explicar algo que ha parecido obvio a las personas que viven en los barrios de Queens, duramente afectados, atendidos por el Hospital Elmhurst, donde las largas filas de personas que esperan para hacerse pruebas y recibir tratamiento han sido una de las imágenes definitorias de la pandemia.

Algunos lugares han sufrido de manera desproporcionada.

Verónica Domínguez, una inmigrante mexicana de 48 años que vive con siete parientes en un apartamento de tres habitaciones en Corona, Queens, ha estado demasiado asustada para salir durante las últimas dos semanas.

"Temo por los niños. No quiero seguir trabajando, enfermarme y contagiarles el virus. La mayor tiene asma", dijo Domínguez, refiriéndose a una nieta de 12 años.

"Hay momentos difíciles en los que no quiero seguir encerrada. Pero luego veo las noticias, y veo cuán grave ha sido esta área, y me repito a mí misma que es mejor quedarse en casa", agregó la inmigrante.

Al preguntársele por qué algunas áreas han sido más afectadas que otras, el Dr. Mitchell Katz, director ejecutivo del sistema hospitalario de la ciudad, dijo que las viviendas abarrotadas podrían desempeñar un papel.

"Sabemos que en Queens, muchas familias, a causa de la pobreza, viven juntas en barrios muy cercanos. De modo que mientras practicamos el distanciamiento social de la ciudad, es posible que haya varias familias que vivan juntas en un apartamento muy pequeño. Y así es fácil de entender por qué hay mucha transmisión de COVID", dijo Katz.

Sin embargo, algunos vecindarios con un número significativo de inmigrantes más pobres, como la bulliciosa comunidad china de Flushing, Queens, han tenido tan pocas pruebas positivas per cápita como cualquier parte rica y blanca de la ciudad.

Hasta el jueves por la mañana, la ciudad había registrado 1.397 muertes por el virus. Más de 48.000 residentes de la ciudad han dado positivo en las pruebas de COVID-19. El verdadero número de personas enfermas por el virus es probablemente mucho más alto porque los funcionarios han estado racionando las pruebas y animando a todas las personas, excepto a las más gravemente enfermas, a que no busquen tratamiento y en su lugar lo lleven a cabo en casa.

El residente de Jackson Heights Guillermo Pintero es uno de ellos.

A pesar de que el virus lo tiene afiebrado y luchando por respirar lo suficiente para terminar sus frases, se ha mantenido fuera del hospital y lo está soportando en el apartamento-estudio que comparte con sus tres hijos.

El obrero de la construcción ecuatoriano de 64 años dijo a través que su familia no puede aportar mucho dinero.

"Mi hijo fue llamado a trabajar dos días la semana pasada, pero desde entonces no lo han llamado. No he trabajado por mucho más tiempo que eso. Ahora mismo, estamos tratando de arreglarnos con los ahorros que tenemos”, dijo Pintero.

La diputada Grace Meng, que representa la parte de Queens que más sufre, dijo que muchos de sus electores no pueden darse el lujo de quedarse en casa para auto aislarse.

"Muchos de mis electores son considerados trabajadores esenciales. Un porcentaje muy alto de ellos están en la industria de servicios, y por lo tanto no pueden quedarse en casa", dijo. "O podrían estar viviendo con un pariente que es un trabajador esencial, un trabajador de primera línea que tal vez tampoco pueda ponerse en cuarentena".

Katz dijo que la gente que se enferma en el oeste de Queens se enfrenta a un segundo problema, que es que su parte de la ciudad tiene la mitad de camas de hospital per cápita que Manhattan.

Javier H. Valdés, codirector ejecutivo del grupo antipobreza Make the Road New York, añadió que en comunidades como Corona y Elmhurst "demasiados residentes carecen de acceso a una atención sanitaria adecuada y viven en condiciones de hacinamiento. Las viviendas seguras y asequibles están fuera de alcance, y en este momento se enfrentan a una vulnerabilidad extrema".

El sistema de hospitales públicos de la ciudad ha tratado de aliviar la carga del Hospital Elmhurst trasladando a algunos pacientes y contratando personal adicional. También aumentó el número de camas de la unidad de cuidados intensivos de 29 a 111 en 10 días.

La mayoría de las personas que contraen el virus experimentan síntomas leves o moderados, como fiebre y tos. Otros desarrollan neumonía, que a veces requiere hospitalización. El riesgo de muerte es mayor para los adultos mayores y las personas con otros problemas de salud.

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