Con las vidas y la economía colgando de la balanza, el presidente Donald Trump dijo el martes que espera que el país se reabra para la Pascua (12 de abril), mientras sopesa cómo perfeccionar las directrices de distanciamiento social a nivel nacional para que algunos trabajadores vuelvan a trabajar en medio del brote de coronavirus.
Dado que muchos funcionarios de salud pública piden restricciones más estrictas, no menos estrictas, en las interacciones públicas, Trump dijo que ya está buscando la manera de aliviar las advertencias que han dejado de lado a los trabajadores, han cerrado escuelas y han llevado a una desaceleración económica generalizada.
"Me encantaría que el país se abriera y que se pusiera en marcha antes de la Pascua", dijo Trummp durante una reunión virtual con Fox News.
Los expertos en salud han dejado claro que a menos que los estadounidenses continúen limitando drásticamente la interacción social - quedándose en casa y aislándose del trabajo - el número de infecciones abrumará el sistema de atención de salud, como ha sucedido en algunas partes de Italia, lo que provocará muchas más muertes. Si bien los peores brotes se concentran en ciertas partes del país, como Nueva York, los expertos advierten que la enfermedad altamente infecciosa seguramente se propagará.
En los Estados Unidos ya ha transcurrido más de una semana en un esfuerzo sin precedentes de 15 días para alentar a todos los estadounidenses a reducir drásticamente sus actividades públicas.
"Le di dos semanas", dijo Trump durante el ayuntamiento virtual desde el Jardín de Rosas de la Casa Blanca. Argumentó que decenas de miles de estadounidenses mueren por la gripe estacional o en accidentes automovilísticos y "no apagamos el país".
"Evaluaremos en ese momento y le daremos más tiempo si necesitamos un poco más de tiempo, pero tenemos que abrir este país", añadió. "Tenemos que volver al trabajo, mucho antes de lo que la gente pensaba".
La reevaluación se produce cuando la Casa Blanca está animando a los legisladores del Capitolio a aprobar un paquete de estímulo de aproximadamente 2 billones de dólares para aliviar el dolor financiero de los estadounidenses y las industrias más afectadas.
Al comparecer ante el presidente en el ayuntamiento virtual, el vicepresidente Mike Pence dijo que Trump ha pedido recomendaciones al grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre el coronavirus para poder enviar a la gente de vuelta al trabajo y al mismo tiempo minimizar el riesgo para la salud pública. Dijo que Trump quiere encontrar una manera de "abrir Estados Unidos de nuevo".
El entusiasmo de Trump por hacer que la gente vuelva a trabajar llega cuando hace un balance de las consecuencias políticas del brote. Establece un conflicto potencial con los profesionales médicos, incluidos muchos dentro de su gobierno, que han pedido más restricciones sociales para frenar la propagación del virus, no menos.
El Dr. Anthony Fauci, el principal experto de la nación en enfermedades infecciosas y miembro del grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre el coronavirus, dijo el martes que Trump siempre ha prestado atención a sus recomendaciones.
"El presidente ha escuchado lo que he dicho y lo que han dicho los demás miembros del grupo de trabajo, y cuando he hecho recomendaciones las ha tomado. Nunca me ha contrarrestado o anulado, la idea de enfrentar a uno contra el otro no ayuda", dijo Fauci.
Larry Kudlow, el principal asesor económico de Trump, dijo a los periodistas el martes que "la salud pública incluye la salud económica".
"Ese es el punto clave. Y no es ninguna de las dos cosas. No es ninguno de los dos, y por eso lo estamos analizando de nuevo", dijo.
El martes en la manana Trump escribió en Twitter:
"Nuestra gente quiere volver al trabajo", el presidente twitteó. "Practicarán el distanciamiento social y todo lo demás, y los ancianos serán vigilados con protección y amor". Podemos hacer dos cosas juntos. LA CURA NO PUEDE SER PEOR (por mucho) QUE EL PROBLEMA!"
Durante una conferencia telefónica privada con unos 30 líderes conservadores el martes, Pence reforzó el afán de Trump de levantar el trabajo relacionado con el coronavirus y las restricciones de viaje "en cuestión de semanas, no meses".
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